El final de la Guerra Fría es uno de los hechos fundamentales de nuestro tiempo. De hecho, vivimos -podría decirse- en la postguerra. Podríamos entender el mundo de hoy como el resultado del desenlace de la Guerra Fría: la desaparición del socialismo como opción político económica, el predominio del sistema capitalista -la globalización- y la división del mundo en norte y sur.
El análisis del fracaso de la URSS no es simple. Sin embargo, es cierto que la ruina económica del sistema socialista es una de las cuestiones que habría que incluir en ese análisis, y la imposibilidad de asumir los gastos militares está entre los ingredientes de esa ruina. El relanzamiento de la carrera de armamentos con la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de EE.UU. y los gastos derivados de la invasión de Afganistán, última guerra expansionista de la URSS, iniciada en 1979, fueron retos que la economía de la URSS no pudo superar.
La guerra de Charlie Wilson cuenta la historia real de la implicación de EE.UU. en aquel conflicto. En la lógica de la Guerra Fría, los enemigos de mis enemigos son mis amigos. Los EE.UU. apoyaron con dinero y armamento a los resistentes afganos, los talibán entre ellos. La URSS se retiró de Afganistán en 1989, dejando el país sumido en una situación de tremenda inestabilidad política de la que los talibán salieron victoriosos.
Os pongo un enlace a Youtube. La película la tenemos en el CFPA.